Por Itziar Azkona, para la Revista Stellium nº17, Desvelo.
¿Qué es la Era de Acuario?
En Astrología moderna se cree que la coincidencia del Sol en el Equinoccio de Primavera con las constelaciones y el cambio producido por la precesión de los equinoccios es una manera de medir la historia de la humanidad y dividirla en eras.
El Sol se eleva por el horizonte cada 19, 20 o 21 de marzo, marcando el inicio de la primavera y, con ella, el inicio del año astrológico. Detrás del Sol del amanecer, en el telón de fondo de las estrellas fijas, hay una constelación. Esta constelación de fondo es la misma durante 2000 años. Luego, a causa de lo que se conoce como precesión de los equinoccios, la constelación de fondo en el momento del nacimiento de Sol en el nuevo año parece moverse, desplazarse, ya no está exactamente donde estaba. Durante lo que se calcula como un período de unos 2000 años, esa constelación habrá desaparecido de detrás del Sol y dejado paso a la siguiente. Esta segunda constelación será la que esté fija detrás del Sol hasta los próximos 72 años, donde hará su primer movimiento del próximo ciclo de 2000 años. Y así sucesivamente. Este movimiento de una constelación, en el punto en torno a los 2000 años, en consonancia con las eras marcadas por los Vedas de la India se habría popularizado en Astrología como una forma de medir la Historia. Además se cree que el nacimiento del Cristianismo y la venida de Jesucristo habría coincidido con ese Sol amaneciendo junto a la constelación de Piscis y que ahora mismo nos encontraríamos a las puertas de una nueva Era en la civilización, la Era de Acuario, en este momento en que el Sol ya amanece junto a la constelación de Acuario en el Equinoccio de primavera.
Lo cierto es que esta técnica nunca fue utilizada en la antigüedad para predecir los tiempos, a pesar de que ha quedado probado el conocimiento que se tenía del fenómeno de la precesión en Babilonia 4000 años antes de Cristo. Este artículo y la investigación asociada están inspirados en la Tesis Doctoral de Nicholas Campion de 2004 titulada: “Prophecy, Cosmology and the New Age Movement: the extent and nature of contemporary belief in Astrology”. En ella Campion concluye que el uso de la precesión de los equinoccios como pronóstico de un cambio de Era es una tradición inventada que nunca fue usada en Astrología y cuyo uso y simbología sólo se conoce a partir del siglo XIX.
Raíces Históricas de la Era de Acuario
Nicholas Campion comienza explorando las raíces del movimiento New Age al que se asocia la Era de Acuario. Su origen se remonta al Milenarismo cristiano a partir del cual se genera la profecía del fin del mundo. Hay dos tipos de Milenarismo: uno, denominado premilenarismo, es catastrófico: fin del mundo violento con el resurgir de uno nuevo. El otro, llamado postmilenarismo, es progresivo: resurgir de un mundo nuevo de manera progresiva, se desarrolla a raíz de constatar que el mundo no termina de colapsar a pesar de las profecías. Los dos tienen en cuenta que el momento actual (el que sea) es un momento de máxima decadencia social y política tras el cual se dará un nuevo renacer.
El Milenarismo tiene, a su vez, sus raíces en Mesopotamia, donde cualquier imprevisto que acababa con el orden divino como los eclipses o los cometas eran un símbolo del fin de los tiempos. Esta es una creencia que se alarga hasta el mito bíblico. También tiene sus raíces en todos los escritores, como Hesíodo, que opinan que existió una Edad de Oro seguida por Edades posteriores en decadencia como la Edad de Plata, Bronce o Hierro, de camino a una progresión negativa. A esto se le añade la medición de los ciclos planetarios, que aportan la matemática hasta llegar a La Gran Mutación, que es el ciclo de 960 años en que las conjunciones de Júpiter y Saturno que ocurren cada 20 años cumplen un ciclo completo por todos los elementos. Ese es un ciclo que convenientemente coincide con el ciclo de 1000 años al que se asocia el Milenarismo.
Este concepto de Milenarismo lo utiliza por primera vez San Agustín, en el siglo V, y se basa en la creencia persa y cristiana de la medición del tiempo en ciclos de 1000, 2000 y 3000 años. Pero su máximo exponente es el Apocalipsis de San Juan, un clásico del Milenarismo. En él se despliegan 3 ideas fundamentales de este concepto: la idea de una decadencia o colapso moral tras el cual llegará una batalla final, un clima destructivo tras el cual llegará la fase de Revelación y la llegada de un Segundo Cristo. Para el Milenarismo, al final siempre se da la victoria de Dios y, tras ella, la llegada del nuevo cielo, de la nueva tierra o de la nueva Jerusalén.
Para Platón y Hesíodo, que creían que vivían en un mundo de decadencia total, el papel del individuo era fundamental. Si el individuo llevaba una vida austera y perseguía la verdad a través del estudio de las ciencias abstractas, contribuiría a la llegada de un mundo mejor. En el neoplatonismo, de la mano de Plotino, la tarea será la de seguir el camino de la virtud. En este movimiento, por tanto, el ciudadano tenía el deber de prepararse para la llegada de la Nueva Era.
Origen de la Era de Acuario
Hasta aquí, aún no hemos hablado de la Era de Acuario. Tenemos que esperar al siglo XIX, y no precisamente de la mano de la Astrología. Sin embargo, lo que se manifiesta en el siglo XIX tiene su otra raíz en el siglo XVIII, cuando una serie de autores y escritores, desde una mirada masculina, empiezan a asociar al Sol con la divinidad. El personaje más importante del radicalismo liberal será Jean Silvaine Bailly, en contacto con Voltaire, en su defensa de la existencia de una civilización anterior a la nuestra en clara sintonía con la Atlántida de Platón. En el siglo XIX se retoman y se combinan varias ideas que claramente empezaron a ver la luz a finales del siglo XVIII.
La primera idea es que los eventos históricos se desarrollan en patrones y están regulados por leyes de acuerdo al despliegue de un propósito. Así, desde el Sustancialismo de Collinwood y el Historicismo de Popper, la historia tiene orden y evoluciona con un propósito determinado. Consciente del determinismo que esto implica, mencionan la importancia de conocer lo que está por venir como una forma de influir en ese proceso evolutivo.
En estos tiempos se desarrollan tres ideas más: la idea de que todas las religiones tienen el mismo origen, que todos los dioses masculinos son el Sol, y la exaltación de la cultura de la India en un momento de romanticismo oriental en el que se empieza a combinar la precesión de los equinoccios con los ciclos de los Vedas.
En ese río que lleva todas estas ideas más el legado del Milenarismo, llegan varios personajes clave. Una de ellos es Blavatsky, inspirada en Hegel, fundadora de la Teosofía (Nueva York, 1875), que hace de su misión la preparación de la Humanidad para la evolución espiritual. Ella se entronca en la rama de la Teosofía Oriental, que ensalza a la India como originaria cultural y quiere en realidad desvincularse del Cristianismo diciendo que lo mismo que Jesús es el Sol, lo es Buda o Zoroastro. Pero Blavatsky no es la primera que menciona la Era de Acuario, será el poeta y escritor inglés Gerald Massey el primero que diga que nacerá un nuevo Mesías o Maestro con el tránsito del Sol por la constelación de Acuario en primavera.
En este tiempo, nace un rival de la Teosofía: la Hermandad Hermética, que quiere huir de las raíces de la Teosofía en el conocimiento del Este para reivindicar el conocimiento de Occidente, apoyándose en el cristianismo esotérico. Los máximos exponentes de la escuela de Occidente fueron Alice Bailey y Rudolf Steiner. Para la Hermandad Hermética de Luxor, la Nueva Era llegaría en 1881 (la altura de la Gran Pirámide) y para Steiner en 1899, tras establecer el Kali Yuga en el 3101 a.C.
El primer astrólogo en hablar de la precesión de los equinoccios como forma de medir las Eras fue Pearce. A partir de aquí cada uno de los siguientes autores aportará su granito de arena: para Max Heindel, el fundador de los Rosacruces y el primero en describir las Eras según la precesión de los equinoccios, el Sol es el Cristo Cósmico; para Levi, Jesus estudió en la India y con ello pretende unificar las dos escuelas teosóficas; para Steiner, el segundo mesías no es una persona, sino que es espiritual; para Jung, el dios cristo es interior.
En ese momento de la historia ya era ampliamente aceptado entre los astrólogos modernos que el cambio de la Era de Aries a la Era de Piscis dio origen al Cristianismo. A partir de allí, siguiendo el curso de este río, parece casi inevitable que todo el movimiento New Age que cree en la llegada de una Nueva Era se asociara a la Era de Acuario. Este es el testigo que coge el movimiento de Mayo del 68 alrededor del cual se popularizan todo tipo de ideas entorno a la Era de Acuario, incluida la popular canción The Age of Aquarius también conocida como Let the Sunshine In, un popurrí derivado de dos canciones escritas para el musical de 1967 Hair.
La Astrología moderna se aleja así de la tradición de medir los cambios históricos en base a los ciclos planetarios, en especial de las conjunciones Júpiter-Saturno.
La Era de Acuario en el siglo XXI
Con motivo del 39º Congreso Ibérico de Astrología que tuvo lugar el 15 de junio de 2024 en Barcelona, me pareció inspirador este relato de Nicholas Campion con el que yo ya venía resonando. Sin embargo, quedaba comprobar qué pensaba el resto de la comunidad astrológica. Es por ello que, con la colaboración de los organizadores del Congreso, elaboré un pequeño cuestionario con preguntas que recogían estas ideas, tanto las del Milenarismo como las de la Teosofía que llegaron a permear todo el movimiento New Age del 68.
Para ello se lanzó un cuestionario a las personas adscritas al Congreso, un universo finito en estadística. De las respuestas obtenidas se puede concluir, con un 9% de error estadístico, para un nivel de confianza del 90%, que la mayoría cree que ya estamos en la Era de Acuario. En concreto, el 92% de los entrevistados reconocen que o estamos ya o estamos en tránsito a la nueva Era.


En cuanto al nivel de acuerdo o desacuerdo con algunas de las propuestas Milenaristas y Teosóficas hay un gran acuerdo entre los entrevistados. La mayoría de los entrevistados están de acuerdo con que el cambio de Era será progresivo, con que estamos en un momento de decadencia moral máxima y con que la historia se repite en espiral con el propósito de regresar a un lugar puro original. Los entrevistados son eminentemente postmilenaristas y resuenan con la propuesta teosófica que bebe del neoplatonismo con raíces en el milenarismo antiguo.

La encuesta incluía una pregunta abierta para saber qué es para cada uno de los entrevistados la Era de Acuario. El estudio confirma que, cuando describimos la Era de Acuario, hablamos mayoritariamente de un “cambio” que irá en la dirección de algunos temas del signo, como son la información, la tecnología y una forma de vincularnos más cooperativa o asociativa. Tan sólo un 23% de los entrevistados menciona la Precesión de los Equinoccios, pero sí un 73% menciona la idea de cambio en términos generales.

REFLEXIÓN PERSONAL
El estudio parece confirmar una confusión entre la Era de Acuario fruto de la Precesión de los Equinoccios y los cambios que se podrían derivar producto de los ciclos planetarios, con una tendencia a simplificar el discurso. Esto vendría acrecentado por los acontecimientos de 2020, el año en que se da la gran conjunción Júpiter-Saturno en Acuario, con el refuerzo posterior de la entrada de Plutón en Acuario. De hecho, una de las cosas que tendemos a olvidar es que la Gran Mutación, esa gran conjunción Júpiter-Saturno que marca un gran cambio de Era, se dio con la conjunción Júpiter-Saturno en Libra en 1980-1981.
Al remar hacia atrás en el río de la historia se puede ver que la idea del fin del mundo para la llegada de uno nuevo mejor no es una idea nueva, sino una muy antigua, probablemente con lazos cósmicos. Intuyo además que es una idea que va evolucionando con nosotros y que puede cambiar de nombre. Por ejemplo, en la actualidad se habla mucho del “gran reseteo” y es una palabra cuyo simbolismo me recuerda mucho al milenarismo, como la idea de apagar todo, de pararlo, para que al empezar vuelva a funcionar. En informática, resetear algo es justo eso: volverlo a la configuración original.
Por último, el milenarismo moderno habría puesto en el signo de Acuario una responsabilidad que no le corresponde: estaría idealizando al signo de Acuario. La teosofía y toda su influencia han llevado a dar al signo de Acuario unos superpoderes que este no tiene. Acuario, como los otros signos, tiene su sombra y no parece que por sí mismo sea capaz de regenerar el planeta Tierra para llevar a la tierra prometida, si, como hemos visto, este fuera el objetivo final, algo que desconocemos. Acuario es también el deseo de llegar a Dios, de alejarnos de la Tierra, de querernos desapegar de ella, lo que hace que estemos pudiendo proyectar, a través de él, nuestras propias fantasías en el cosmos. Ahí estará la coregencia de Acuario que nos devolverá a la realidad para que la historia continúe su curso y sigamos dando nuevos nombres a la misma idea de siempre: el deseo del ser humano de volver al útero, a la madre, ese lugar de paz y amor del que un día salimos, muy a nuestro pesar.
Anexo: los resultados del gráfico 3 se corresponden al nivel de acuerdo o desacuerdo con 9 afirmaciones. El 4 es el valor máximo, totalmente de acuerdo. El 1 es el valor mínimo, totalmente en desacuerdo. La pregunta y las afirmaciones son las siguientes:
P6: ¿Hasta qué punto estás de acuerdo con cada una de las siguientes afirmaciones?:
P6.1. Todas las religiones tiene un origen común
P6.2. La Nueva Era traerá un nuevo mundo de luz tras algún tipo de desastre
P6.3. Los tiempos son cíclicos, todo se repite
P6.4. El cambio social y político sólo se dará a raíz de un cambio individual
P6.5. La Nueva Era traerá un nuevo mundo de manera progresiva
P6.6. En la actualidad estamos en un punto de decadencia moral máxima
P6.7. La Historia tiene una evolución positiva, siempre hacia un mundo mejor
P6.8. Nuestro propósito es favorecer la vuelta a una era dorada, al lugar del que venimos
P6.9. Los tiempos son cíclicos, pero los ciclos se mueven en espiral
Bibliografía: Prophecy, Cosmology and the New Age Movement: the extent and nature of contemporary belief in Astrology, Phd, Nicholas Campion, 2004